¿Qué es Planet Inverse (XIV)?

Rebote de azúcar
Un problema inverso en ciencia es el proceso de calcular a partir de un conjunto de observaciones los factores causales que las produjeron: por ejemplo, el cálculo de una imagen en tomografía computarizada de rayos X, la reconstrucción de una fuente en acústica o el cálculo de la densidad de la Tierra a partir de mediciones de su campo gravitatorio. Se denomina problema inverso porque parte de los efectos para calcular después las causas. Es la inversa de un problema directo, que parte de las causas y luego calcula los efectos.
Empezar por los efectos para descubrir las causas ha preocupado a los físicos durante siglos. Un ejemplo histórico son los cálculos de Adams y Le Verrier que condujeron al descubrimiento de Neptuno a partir de la trayectoria perturbada de Urano. Sin embargo, el estudio formal de los problemas inversos no se inició hasta el siglo XX.
Uno de los primeros ejemplos de solución de un problema inverso fue descubierto por Hermann Weyl y publicado en 1911, en el que describía el comportamiento asintótico de los valores propios del operador de Laplace-Beltrami[5]. Hoy conocida como ley de Weyl, quizá se entienda más fácilmente como una respuesta a la pregunta de si es posible oír la forma de un tambor. Weyl conjeturó que las frecuencias propias de un tambor estarían relacionadas con el área y el perímetro del tambor mediante una ecuación particular, un resultado mejorado por matemáticos posteriores.
Ficha Syp
En primer lugar, existe un inverso multiplicativo o recíproco para un número x, denotado por 1/x o x-¹, y no es lo mismo que inverso multiplicativo modular. El recíproco de un número x es un número que, cuando se multiplica por el original x, da 1, llamado identidad multiplicativa. Se puede hallar el recíproco con bastante facilidad. Para la fracción a/b, el inverso multiplicativo es b/a. Para hallar la inversa multiplicativa de un número real, basta con dividir 1 por ese número. No creo que se necesite ninguna calculadora especial en cada uno de estos casos. Pero la inversa multiplicativa modular es una cosa diferente, por eso puedes ver nuestra calculadora de inversa modulo más abajo. La teoría se encuentra después de la calculadora.
El inverso multiplicativo de a módulo m existe si y sólo si a y m son coprimos (es decir, si gcd(a, m) = 1). Si existe el inverso multiplicativo modular de a módulo m, la operación de división por a módulo m puede definirse como multiplicación por el inverso. El cero no tiene inverso multiplicativo modular.
Precio de la ficha Oci
Los puntos de referencia horizontales nos permiten medir distancias y direcciones en la superficie terrestre. La mayoría de los datums horizontales definen una línea cero en el ecuador a partir de la cual medimos el norte y el sur (latitudes).
Juntas, estas líneas proporcionan una referencia para la latitud y la longitud expresadas en grados decimales. Estas posiciones de latitud y longitud (Sistemas de Coordenadas Geográficas) se basan en superficies esferoidales o elipsoidales que se aproximan a la superficie de la Tierra: un datum.
Sir Isaac Newton propuso que la Tierra se aplana en los polos debido a las fuerzas de rotación. Al girar sobre su eje, la fuerza centrífuga hace que la Tierra se abombe en el ecuador. Por ello, la Tierra se modela mejor como un elipsoide, que es una esfera ligeramente achatada en los polos.
En los siglos XIX y XX se adoptaron diferentes elipsoides en diversas partes del mundo. Se realizaban levantamientos topográficos en distintos continentes. Cada estudio dio lugar a parámetros elipsoidales diferentes.
Por ejemplo, los levantamientos realizados en Australia dieron como resultado el “mejor” elipsoide, que era diferente del de Sudamérica y Asia. No había un elipsoide global unificador. Cada estudio continental estaba aislado con sus propios parámetros elipsoidales.
Friendcoin
Todas las definiciones del IPCC están tomadas de Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribución del Grupo de Trabajo I al Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Anexo I, Glosario, pp. 941-954. Cambridge University Press.
“El calentamiento simultáneo de otros planetas y lunas de nuestro sistema solar demuestra que el CO2 no es el principal impulsor del calentamiento de este planeta, a pesar de que, obviamente, no tienen emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero.
Marte, Tritón, Plutón y Júpiter muestran un calentamiento global, señalando al Sol como la influencia dominante en la determinación del clima en todo el sistema solar.” (Ian McClintock)Este argumento forma parte de otro más amplio según el cual otros planetas se están calentando. Si esto está ocurriendo en todo el sistema solar, está claro que debe ser el Sol el causante del aumento de las temperaturas, incluso aquí en la Tierra.
Es curioso que la teoría dependa tanto de la escasa información -lo que sabemos sobre los climas de otros planetas y su historia- y que, sin embargo, sus defensores ignoren resueltamente las pruebas más contundentes en contra de la noción. En los últimos cincuenta años, la producción solar ha disminuido ligeramente: irradia menos calor. Podemos medir las diversas actividades del sol con bastante precisión desde aquí en la Tierra, o desde la órbita sobre ella, por lo que es difícil ignorar la discrepancia entre los hechos y el argumento escéptico de que el sol está causando el aumento de las temperaturas.